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Nueva normativa para restaurantes da esperanzas de recuperación en Papudo

Locales de comida, cafés y establecimientos análogos de la comuna de Papudo abrieron sus puertas el 1 de septiembre para recibir al público. Esto se debe a que la ciudad se encuentra en la Fase 3 del plan “Paso a paso” ideado por el gobierno para enfrentar la pandemia gradualmente. Dicha etapa permite que restaurantes y lugares con características similares, puedan atender público ciñéndose a ciertas normas.

Esto es posible para las comunas que no han estado en cuarentena o han salido de ellas. El protocolo de manejo y prevención ante covid-19 –específicamente para el rubro- fue emitido por el Misterio de Salud el 30 de agosto.

En él se dictan una serie de instrucciones tanto para locatarios como para clientes.

La nueva normativa fue publicada en el Diario Oficial de la República el primer día de este mes. En ella se detalla que “se permite la atención de público en restaurantes, cafés y análogos, solo en lugares abiertos, hasta el 25% de su capacidad o guardando una distancia mínima de dos metros lineales entre mesas.

Para efectos de este numeral, se entenderá como lugar abierto aquel que no tiene techo, o aquel que, teniendo techo, cuenta con más del 50 % de su perímetro sin muros”.

Luis Morales, pescador de la caleta de Papudo, cuenta que este grupo de trabajadores se ve beneficiado por la medida ya que podrán venderle a los restaurantes el denominado “pescado negro”, un tipo de pescado de orilla consumido mayoritariamente en locales, como es del caso del congrio.

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Hasta ahora, los pescadores habían podido sobrellevar la situación vendiendo merluza, común en productos masivos, pero el 31 de agosto se puso en veda.

Morales comenta que si el rubro gastronómico no se hubiese reactivado, entonces sus ingresos se hubiesen visto aún más disminuidos, ya que la merluza era su fuerte.

Estima que se vieron afectados en un 70% de sus ventas, ya que gran parte de ellas se daban los fines de semana y en esto aportaba la llegada de los santiaguinos a las playas.

“Es bueno para nosotros que se abran los restaurantes para poder venderles mariscos, todo eso que no se vendía”.

Luis Morales tiene además un local que no abría desde marzo y cuenta los días sábados y domingo podía generar un ingreso de 500 o 600 mil pesos diarios.

Algunas de las medidas dictadas por el Protocolo del Minsal específicas al sector son: la definición, implementación y monitoreo de un plan de limpieza y desinfección, además de definir a un responsable que lleve a cabo esta actividad.

Es necesario que los lugares establezcan mecanismos de distanciamiento social entre los clientes que esperan una mesa. También es necesario que tengan alcohol gel o alcohol en la entrada.

Alcides Contreras, dueño del local “Benjamín” en Papudo, pese a la buena noticia de poder instalar mesas tiene un resquemor: “Ojalá que la gente también quiera sentarse porque con todo esto igual hay una sicosis de que la gente se puede contagiar en cualquier parte”. Cuenta que con poder poner dos mesas ya está feliz, si bien antes tenía cinco, con esto ya podría atender al menos a cuatro familias en un día.

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Respecto a las áreas comunes, el documento del gobierno detalla que deben cerrarse las zonas y juegos para niños, eliminar de las cartas los platos compartidos, ventilar permanentemente los lugares cerrados, limpiar y desinfectar las alcuzas entre recambio de comensales, optar por escribir el menú en la pared o ponerlo en la web, entre varias otras medidas.

José González es dueño de un restaurant con 84 años de tradición familiar, “Don Rola”. Comenta que antes de la crisis sanitaria la gastronomía en Papudo estaba adquiriendo un nivel muy bueno y se vieron paralizados.

González cuenta que tuvieron que reinventarse con los populares delivery, pero en Papudo la experiencia ha sido un poco diferente por la falta de aplicaciones repartidoras, así que son los mismos dueños quienes van a dejar los productos a los clientes.

Dentro de las medidas que tomaron para poder sobrellevar la situación también está el que bajaron sus precios hasta en 2 mil 500 pesos.

“Don Rola” no tiene terraza y no cree que la municipalidad pueda otorgarle un espacio de calzada –como ocurrió en Concón que el municipio cedió veredas a los comerciantes- ya que se sitúa en la calle principal y es el único restaurant ubicado allí. Por lo que aún no podrá abrir sus puestas para el público.

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